A principios de la década de los ’70, el dibujante Neal Adams narraba en reuniones al equipo DC una idea de una breve escena sobre una espectacular lucha en el agua entre Batman y algún villano, que le parecía debiese ser incluida en alguna historia. En 1974, el joven dibujante Sal Amendola retomó esa escena para crear su historia de Batman titulada “Déjà vu”. DC en ocasiones trabajaba con el estilo Marvel (alguien brindaba una idea inicial, luego un artista desarrollaba todo el dibujo, en el que finalmente un guionista incluía los diálogos). En este caso, Sal Amendola (con apoyo de su hermano Vin) creó la trama y la dibujó. Finalmente el escritor Steve Englehart terminaría el trabajo, renombrando la historia como “Night of the Stalker”; Uno de los comics constantemente consideradas por muchos como definitivos del hombre murciélago.
La historia trata básicamente de Batman vigilando mientras comienza el anochecer. En ese lapso ocurre un robo a un banco tras el cual una madre y un padre son asesinados por los ladrones, frente a los ojos de su pequeño hijo.
Tal chocante sensación de revivir el hecho más traumático de su infancia, convierte al Batman (en esta historia siempre nombrado como “The Batman”), en una oscura criatura, furiosa y casi aterradoramente paranormal, dispuesta como un cazador nocturno a seguir a sus presas a como dé lugar.
Ahí radica la importancia definitoria de Night of the Stalker; Esta feroz cacería nocturna de “El hombre murciélago” forja la expresión más fundamental y esencial del personaje. Esa atmósfera casi de terror se ve beneficiada por la absoluta falta de diálogos por parte del Batman, brindándole aun una mejor representación como criatura de la noche o espectro. Tal condición de no incluir diálogos en Batman fue planteada por Amendola y afortunadamente defendida por el editor Archie Goodwin.
El desenlace del comic “desnuda” a un Bruce Wayne que por un lado, ya no es esa figura humorística de años anteriores en tv y comics, pero tampoco es un frío e intratable psicópata. Es Bruce Wayne sin sus máscaras ni de murciélago ni de playboy. Es el Bruce profundamente humano, tras haber presenciado horas antes, el mismo trágico crimen que marcó su vida para siempre.
El desenlace del comic “desnuda” a un Bruce Wayne que por un lado, ya no es esa figura humorística de años anteriores en tv y comics, pero tampoco es un frío e intratable psicópata. Es Bruce Wayne sin sus máscaras ni de murciélago ni de playboy. Es el Bruce profundamente humano, tras haber presenciado horas antes, el mismo trágico crimen que marcó su vida para siempre.
La creación de este breve comic tuvo variadas complicaciones, incluyendo discusiones, retoques y hasta una página “perdida”. Aquí mayores e interesantes detalles escritos por el propio Sal Amendola: Deja Vu On Night Of The Stalker
Una anécdota aún más relevante es la descrita por el productor de cine Michael Uslan en su libro “Una vida con Batman”, en donde revela que esta es su historia favorita de Batman de todos los tiempos y una de las que constantemente exhibió a directivos y productores durante varios años a fin de impulsar la creación de una película de Batman que dejara atrás la imagen pública que dejó la serie de Adam West. De hecho, tras años e insistencias, el director Tim Burton finalmente incluyó como escena inicial de la película Batman de 1989, una breve adaptación de Night of the Stalker.
La Noche del Cazador
(Night of the Stalker
Detective Comics 439, 1974)
Guión: Sal Amendola & Vin Amendola (Argumento); Steve Englehart (Diálogos)
Dibujo: Sal Amendola
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